ALTERNATIVA VIVA
Por Eva Mondurrey
Coordinadora del Equipo de Dinamización del PAR.
Vivimos hoy una situación sociopolítica, cuando menos, adulterada. Recesión económica; elecciones autonómicas con tratamiento mediático de comicios de Estado; presuntas y múltiples corrupciones políticas e institucionales; acusaciones mutuas de conspiración; cazadores cazados; huelga de togas; ERES que generan una nueva capa social de pobreza sobre la que ya existe y entidades financieras que se resisten a fiar.
Y los ciudadanos, entretanto, confundidos, perdidos y sin capacidad de reacción ante tanto fraude. Sin saber distinguir ya entre el “reality show” y la realidad, sin confiar en nada y en nadie.
En enero de 2006 (sin atisbo de la crisis que hoy nos encoge), una encuesta del CIS nos indicaba que en el conjunto de España se extendía un sentimiento de rechazo de la política y de los políticos, que se justificaba en el alejamiento de los problemas reales de la ciudadanía, en la búsqueda del interés propio, en la ausencia de ética e incluso en la corrupción.
Hoy ese sentimiento cobra una actualidad indeseable, reforzando actitudes negativas hacia la cosa pública y hacia la política en general.
Y volveremos a votar. Y aquí, en Aragón, cuando toque, también. Volveremos, con nuestros votos, a dilucidar el futuro que deseamos para nosotros y para nuestros hijos. Y volverán a torpedearnos, quienes ahora andan a la greña, con la bondad de sus programas, con la honorabilidad de sus equipos, con la protección al débil, con la defensa de nuestros intereses y con el crecimiento de España.
Y mientras tanto, en Aragón, -donde casi siempre apostamos a cara o cruz nuestro futuro-, seguiremos pasando sed en verano, seguirán inundándose nuestros pueblos en invierno y en primavera, y continuaremos jugándonos la vida en carreteras de otro siglo. Además de otras inversiones estatales que quedarán sin ejecutar, olvidadas en los cajones de los despachos competentes, ninguneando así a nuestro Estatuto de Autonomía y, lo que es peor, a todos quienes hemos decidido vivir en esta hermosa tierra.
Somos pocos y les importamos poco. En Aragón se ponen en juego, cada cuatro años, trece escaños en el Congreso de los Diputados. Escaños que se reparten, prácticamente a medias, entre el uno y el otro. Trece escaños que ni ponen ni quitan gobiernos y que, a los aragoneses, en estos momentos, nos sirven de poco.
Es verdad que son aragoneses quienes nos representan en Madrid, otra cosa es la veracidad de su sentimiento aragonesista.Y si lo sienten, lo más probable es que no lo puedan ejercitar. Sirven otros intereses. Acatan otras directrices. Y ni los unos ni las otras apuestan por el interés general de Aragón.
La política en Aragón no termina con las dos caras de una misma moneda. Hay más opción. Hay más raíz de la tierra. Y está más viva que nunca. Y quien escribe esto lo sabe. La experiencia diaria en su recorrido por todos los pueblos de Aragón, la conversación tranquila y veraz con los militantes y los simpatizantes de su partido, la mirada limpia de la juventud que se acerca por primera vez a nuestro proyecto político y la aprobación de sus veteranos comprometidos, tiempo ha, con Aragón, demuestran que nuestro partido está vivo. Que su corazón late con la misma fuerza de hace treinta años, cuando nació para defender a esta Comunidad de tropelías ajenas.
Somos una alternativa viva para todos los aragoneses que desean que sus hijos y los hijos de éstos, nazcan, se formen y vivan en un Aragón pleno y con futuro, en un territorio que tome sus propias decisiones.
El PAR necesita a los aragoneses y los aragoneses necesitamos una fuerza política propia que nos ayude a crecer. La alternativa, existe. Recordémoslo en su momento.
1 comentario
Pedro -
Saludos